Irremediablemente hombre.
Irremediablemente mujer.
¿Cuál será el verdadero nombre?
¿Qué será lo que tengamos que perder?
Hostigador de lo extraño.
Feroz encuentro de músculos.
Fundador de cada nuevo año.
Ser elemental sin escrúpulos.
Su decaimiento extremo y
su pobre resentimiento
le sirven como remo
en un río de cemento.
Suculento manjar.
Prisión del corazón.
Como el arte de amar
Escrito en una simple canción.
Rocío Fernández
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